Galería fotográfica

Algunas imágenes poco conocidas de Huerta.

Familia

Victoriano Huerta con su esposa, hijos y nietos en su casa en Brooklyn, ciudad de Nueva York, cerca de abril de 1915. "Tengo esperanzas para México. Aguardaremos hasta que los Villa, los Fierro, los Urbina y otros bandidos se hayan rebanado las gargantas y regresaremos a levantar un país de las ruinas", declaró por esos días.

Contra Zapata

Huerta (tercero de izquierda a derecha) con su Estado Mayor, cerca de Yautepec, Morelos, en 1911, reconoce el terreno en la expedición para capturar a Emiliano Zapata y recuperar el estado de Morelos. La constante interferencia del entonces candidato presidencial Francisco Madero impediría la captura del caudillo del sur.

Con su Estado Mayor

Victoriano Huerta con el Estado Mayor Presidencial en 1913. La fotografía, con los militares sumidos siniestramente entre las sombras, se debió en realidad a una falla técnica, pues no encendió el flash y fue desechada en su momento. La imagen se reencontró apenas en la década de los 80 en un archivo y se difundió en publicaciones del gobierno con la idea de mostrar el "imperio del mal".

A trabajar

El semanario francés L´Illustration captó esta fotografía del presidente Huerta saliendo del Café Chapultepec, a donde pasaba por las mañanas antes de ir a trabajar. Sin saber que es fotografiado, el ahora dictador apura un último traguito de su bebida en el asiento trasero, julio de 1914.

Con la División del Norte...

Victoriano Huerta (segundo de izquierda a derecha) de pie al lado de Pancho Villa observa maniobras militares en mayo de 1912. En contra de toda la reglamentación, el presidente Madero nombró general brigadier a Villa, que nunca había servido en el ejército, despreciando así a muchos militares de carrera que luchaban por ascensos en regla.

Decena Trágica...

Victoriano Huerta (segundo de izquierda a derecha, de espaldas) discute con el Ministro de Guerra, Ángel García Peña, el plan de ataque a la Ciudadela, donde se hallaban los rebeldes. Detrás de ellos espera el general Felipe Ángeles. A la derecha, un cadete lee un periódico y se entera de los últimos acontecimientos. La acusación de que las fuerzas del gobierno sólo fingieron pelear no sólo contradice varias fotografías donde se ven los militares del gobierno definiendo su estrategia —y los golpistas también por su lado— y planeando sus ataques; la afirmación también va en contra de toda lógica y de testimonios militares de los participantes.

1915...

Primer plano lateral de Victoriano Huerta, con un rostro que cuenta una historia. Se aprecia una cicatriz en la mejilla que aparece ya en su expediente del Colegio Militar, testigo de una agresión, tal vez familiar, tal vez de una pelea; los claros rasgos indígenas y la piel con marcas de sarampión o viruela. Con aparente buena salud, murió unos meses después de esta foto después de su encierro en una cárcel de Texas primero, y después en el fuerte militar de Fort Bliss.

Huerta con sus colaboradores

El presidente Huerta en los primeros meses de su gobierno, momento en que gozaba del apoyo de militares, potencias extranjeras, inversionistas, congreso, gobernadores de los estados, prensa e Iglesia. Está flanqueado por los dos Aurelianos (Urrutia a la izquierda, de traje claro, y Blanquet a la derecha, el más alto del grupo), personajes controvertidos que tendrían gran influencia en su vida. El primero se exilió y se convirtió en un respetado médico en los Estados Unidos. El segundo halló una muerte aparatosa.

En el exilio, Nueva York, 1915

Otra imagen de Huerta en la corta temporada que vivió en Nueva York, en el distrito de Brooklyn. En esos días se reunió con dos espías alemanes enviados por el káiser Guillermo II, con quienes conspiró para volver al poder con apoyo germano. Los ambiciosos planes contrastan con la aparente placidez de la imagen. En esos días declaró: "No importa lo que ustedes escuchen, no importa lo que digan en México, yo no soy responsable de la ejecución de Francisco Madero, mas sé quién lo hizo. El cielo se está despejando y la verdad se sabrá. No estoy pidiendo compasión ni misericordia. Lo que pido es justicia".