Cuernavaca, verano de 1911

Victoriano Huerta con Juan Andreu Almazán y otros zapatistas posan en el patio del hotel Bella Vista, en Cuernavaca, Morelos. Fue durante esos días que Huerta tuvo su primer desencuentro serio con el entonces presidente electo Francisco I. Madero, que en varias ocasiones hizo interrumpir el avance del general por el estado de Morelos y trató de negociar directamente con Emiliano Zapata.

Comisión de reforma a los uniformes del ejército

Victoriano Huerta en 1903, al centro de la imagen, cuando se le encargó dirigir una comisión para proponer reformas a los uniformes del ejército federal, una de las tantas veces en que fue alejado de operaciones militares por recelos del presidente en turno.

Cuernavaca, 1911

Victoriano Huerta a caballo junto a Francisco I. Madero, también en su montura. Así narra el encuentro el general en "El indio Victoriano":

Dos días después en la casa del gobernador conocí en persona a Francisco I. Madero, quien llegó a Cuernavaca para intentar mediar con Zapata. Mi reacción al enterarme de su llegada fue un violento puñetazo en la mesa donde bebía brandy con mis oficiales. “No reconozco su derecho de interferir aquí. Si quiere hacer de mediador entre el gobierno y los rebeldes, tendrá que venir a verme a mí primero para pedirme permiso”.

En el Hotel Bella Vista

Otra imagen de 1911 en Cuernavaca, con algunos zapatistas y sus oficiales del ejército.

Blanquet junto a Huerta

Aureliano Blanquet (primero a la izquierda) y Victoriano Huerta en 1914. Ambos generales se conocieron durante la campaña de Yucatán, en el epílogo de la Guerra de Castas, que azotó a esa península durante décadas. Durante la Decena Trágica en la Revolución Mexicana, Blanquet arrestó a Francisco I. Madero en el Palacio de Gobierno, y es quien probablemente dio la orden directa de ejecutarlo. La relación entre Huerta y Blanquet fue compleja. Aunque trabajaron juntos en la presidencia de Huerta y luego en la dictadura, ambos desconfiaban uno del otro.

La División del Norte

El general Huerta descansa después de la batalla de El Rellano, en la que combatió la rebelión de Pascual Orozco. Victoriano Huerta creó la División del Norte original, por encargo del gobierno de Madero, para apaciguar el norte del país. La llamó "el mayor poder del continente". La División del Norte original, triunfante, regresó a la Ciudad de México, salvó temporalmente la presidencia de Madero e hizo que Huerta se convirtiera en una especie de celebridad, el militar más prestigiado de todo el país. Fue entonces que alcanzó el grado de General de División, el más alto del escalafón.

Retrato, 1913

El presidente Huerta en los primeros meses de su gobierno. Contrariamente a las imágenes que sobrevivieron, donde se le muestra con el gesto adusto, los lentes ahumados, la sonrisa invertida y la mueca cruel, esta imagen muestra otra cara del general, lo cual demuestra el poder de las imágenes en le percepción pública.

Victoriano Huerta en 1880

Una de las escasas fotos de Huerta que sobreviven antes de su ancianidad. En ese tiempo formaba parte del Estado Mayor del general Manuel González en el Ejército de Occidente. También en ese año se casó con Emiliana Águila. Al año siguiente de esta fotografía, Victoriano volvería a trabajar en la Comisión Geográfica Exploradora y realizaría un ascenso a la cumbre del Iztacíhuatl.