Basta decir que la historia lo conoce como El Chacal, el usurpador, el traidor Huerta; que es por aclamación el villano mayor en la galería de los presidentes de México.
Sin embargo, Victoriano Huerta fue mucho más que eso: en su juventud, ese indígena huichol se convirtió en uno de los mejores astrónomos de su tiempo y fue un brillante matemático, geógrafo, alpinista, cartógrafo y uno de los mejores militares mexicanos. Jamás perdió una batalla, algo único en la historia del país.
Incluso después de su exilio tras su traición a Madero y Pino Suárez, la estrella de Victoriano Huerta no se apagó. En aquel momento sobrevino su capítulo más insólito: aliado con Alemania, estuvo a punto de invadir México, declarar la guerra a Estados Unidos y cambiar el curso de la Primera Guerra Mundial.